lunes, 11 de febrero de 2013

Revindican a San Martín con una expedición del Cruce de los Andes


Al alba del 8 de febrero de 2013, la diana sonó, y luego de izar la bandera con las autoridades y entonar Aurora, comenzó la travesía expedicionaria de 6 días en el Cruce de los Andes para recrear la gesta sanmartiniana para liberar a Chile.
Una treintena de camionetas 4x4 trasladó por sinuosos caminos a los expedicionarios durante tres horas hasta la estancia Manantiales, donde cada uno eligió su próximo transporte: mula o caballo, decisivos para afrontar la cordillera y los 3.600 metros de altura hasta el final de la primera etapa. Nervios, confusión, decisión y amor por la montaña fueron algunos de los sentimientos que atravesaron los 117 expedicionarios –entre ellos trece mujeres- que comenzaron esta travesía patriótica el viernes en el pueblo de Barreal, a tres horas de la capital provincial.
Hubo lágrimas, nerviosismo, relinchos, dos caídas y muchos temores, sobre todo en los novatos que nunca cabalgaron en sus vidas.
Aún así, la marcha fue exitosa, en sólo cuatro horas y media arribaron al lugar, donde hay temperaturas de diez grados bajo cero por la noche, que son soportados en carpas y con un buen guiso de lentejas.
“De los nueve años que se viene realizando, ésta fue la mejor primera etapa del Cruce; se realizó en menos de cinco horas con un clima nublado que permitía una marcha más rápida de los animales", fue el espíritu de San Martín que nos acompañó”, resumió el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, luego de llegar al primer refugio Trinchera de Soler, en el pasaje Las Frías.
Nervios, confusión, decisión y amor por la montaña fueron algunos de los sentimientos que atravesaron los 117 expedicionarios –entre ellos trece mujeres- que comenzaron esta travesía patriótica el viernes en el pueblo de Barreal, a tres horas de la capital provincial.
Allí, los invitados por el gobierno de San Juan, entre ellos periodistas, artistas y funcionarios, pasaron la noche en el casino del Regimiento Nº 26 donde los gendarmes oficiaron de anfitriones, y atendieron las necesidades de los participantes de éste Cruce que recorre la misma ruta que San Martín hizo en 1817, considerada una de las hazañas más complicadas en la historia militar.
Muchos expedicionarios, algunos avezados jinetes, rápidamente sintieron la confianza en sus animales, otros se entregaron a la amplitud de los cerros que no hacen más que potenciar la vivencia individual, en un contexto donde la camaradería es fundamental. El día domingo fue una de las más arduas de la expedición ya que se hace el cruce del Valle del Espinacito con casi nueve horas de marcha para luego ingresar al Valle del Río Los Patos, una extensa pradera que invita a una jornada de descanso en el Refugio Sardina.
Para el día martes será ell acto central cuando la columna arribe al Paso de Valle Hermoso y se encuentre con una que viene del lado de Chile para un encuentro de camaradería bilateral frente al hito limítrofe y los bustos de San Martín y Bernardo O`Higgins.
Ésta experiencia por la complicada Ruta de los Patos, que se configuró como el inicio del Plan Continental para la emancipación sudamericana del yugo realista, se revive año a año en San Juan como una forma de fomentar este camino único.
“Hacer el cruce que realizó San Martín con el Ejército de los Andes sirve para darse cuenta y redimensionar la figura del padre de la patria”, dijo el gobernador Gioja de San Juán.
Telám