sábado, 8 de diciembre de 2018

Renacer el Art Nouveau en la "Confitería del Molino"



"Renacer" es un recorrido a través de imágenes del estado de olvido que se encontraba el edificio de la histórica "Confitería del Molino" hasta la toma de posesión de la Comisión Administradora el 2 de julio de 2018 para iniciar las tareas de restauración.


Es por la recuperación integral del edificio al ser declarado Monumento Histórico Nacional en 1997 que por la crisis obligó cerrar sus puertas, y que en 1978 el negocio era administrado por los nietos de Cayetano Brenna que introdujeron una nueva remodelación adecuada.


                                                 









El 9 de julio se inaugura con el Centenario de la Independencia de 1916 como "Confitería del Molino" en un edificio que se transformaría como ícono del Art Nouveau de Buenos Aires, que se agregaba a otros más en la ciudad como obra del Arqto Francisco Gianotti, con una sup.edificada de 6900 m2, con cúpula y mirador ubicado en Rivadavia y Callao.













En 2014 se sanciona la ley 27009 de autoría del Senador Samuel Cabanchik y se declara el inmueble de utilidad pública sujeto a expropiación por su valor histórico y cultural. En 2018 el Congreso Nacional a través de la Comisión Administradora inicia los trabajos de recuperación que finalizarán en 18 meses para que sus aspas del molino vuelvan a girar nuevamente.


 
                                                         

                                                   




Con más de un siglo de historia el edificio posee una estructura metálica con mampostería de ladrillo, entrepisos con bovedilla y piezas de hormigón en escaleras y torre-cúpula, pisos de piedra y mayólica, según su uso como así mármol blanco y ornamentos en madera  y premoldeados de yeso estucado con toques dorados. Un equipo de especialistas realizarán la restauración  para recuperar el patrimonio con el apoyo del Obras Públicas y Vivienda de la Nación junto al Gobierno de la Ciudad para su puesta en valor.


A principio del siglo XX las familias adineradas de la burguesía en la ciudad celebraban sus reuniones sociales y fiestas en el primer piso con 832 m2, y en 1997 antes de su cierre final funcionó como discoteca.

                                                   








Su confitería fue reconocida por su calidad de productos elaborados y pastelería única que convocaba largas colas para adquirir sus postres y el tradicional pan dulce. En su local de 900m2 de la planta baja fue lugar de encuentros sociales y un espacio virtuoso para las negociaciones políticas del Congreso. Fue reconocida por los legisladores senadores-diputados como la "Tercera Cámara" ya que era el espacio de encuentro, y hasta algunos de ellos tenían una cuenta abierta por su frecuencia y los mozos conocían sus gustos, les reservaban las mesas. Lisandro de la Torre solía tomar su café diario y Alfredo Palacios su cognac con café, mientras que dejaba guardado su sobretodo para no entrar abrigado a las sesiones, y pasar a retirarlo era la escusa para enredarse con alguna charla política de otra mesa.


El anecdotario artístico es amplio con presencia de Niní Marshall y Libertad Lamarque que visitaban la confitería, como así también el ámbito literario era frecuentado por Roberto Arlt, Leopoldo Lugones, Oliverio Girondo y Enrique González Tuñón, y también continuaba con las obras artísticas que fueron representadas por Bustos Domecq, Jorge L.Borges y Adolfo Bioy Casares. 
El tango "Gricel" en 1942 con letra de José María Contursi y música de Mariano Mores creó su historia de amor entre su creador y la protagonista, que se reencontrarían 22 años después en la misma confitería.
Allí Carlos Gardel le encargó a su dueño Cayetano Brenna un postre para homenajear a su amigo del turf, el jockey uruguayo Irineo Leguisamo y así  nació el nombre del postre "Leguisamo" que en su origen no tenía dulce de leche.